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Canonica, escultor de fama internacional, obtuvo del Ayuntamiento el usufructo del edificio situado en el centro de Villa Borghese para convertirlo en su vivienda-taller en 1927. Hoy alberga el museo dedicado a su obra.
Este pequeño, aunque bonito museo, situado en el corazón de villa Borghese, reproduce ambientes de finales de siglo que realzan las obras del artista
Pietro Canonica (1869-1959).
Escultor de fama internacional, apasionado por la música y compositor, Canonica se formó en el Turín de finales del siglo XIX, para después vivir mucho tiempo en varias cortes europeas donde la aristocracia le encargaba retratos y monumentos de loa. Se mudó a Roma en 1922, en 1927 logró adquirir de manos del Ayuntamiento el edificio que hoy alberga el museo y que él usó como vivienda y estudio. Al morir, el artista quiso donar todas las obras coleccionadas en este palacio al Ayuntamiento para que lo convirtiera en un museo dedicado a su persona.
Así se origina la singularidad de este espacio museístico, que nos devuelve la imagen de este artista en su plenitud humana y profesional.
El museo ofrece distintas lecturas al visitante: el apartamento privado en el primer piso, con abundantes y valiosas ornamentaciones y cuadros del siglo XIX piamontés, que nos cuenta el universo íntimo de las memorias y de los objetos personales del artista; el taller del escultor en la planta baja, que aún puede ser una fuente de inspiración y testimonio de la pericia técnica del artista; las salas expositivas, donde se puede admirar gran parte de sus obras: desde los pequeños bustos a las grandes estatuas ecuestres, esculturas, bocetos, modelos, calcos… Esta es una colección que, además de ser un viaje por la historia tumultuosa de finales del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX, constituye también un itinerario didáctico y formativo sobre las distintas fases y los distintos procesos de elaboración del arte de la escultura.
